La primera parte de la historia de Hombres G arranca en el Madrid
del Parque de las Avenidas en 1980 y se extiende hasta 1985, año que cambiará
la vida de los cuatro miembros del grupo para siempre. Esta es una historia
forjada a base de cruces de caminos. El primero, el de Javi y David por un lado
y Dani por otro. David y Javi eran amigos de toda la vida, compañeros de
colegio y de barrio. Dani y Javi se conocieron en la sierra, donde los padres
de ambos tenían una segunda residencia en Moralzarzal. Javi presentó a sus dos
grandes amigos. La pasión por la música y un clarinete los unirá a los tres.
Después, una amiga común, Daniela Bosé, se encargará de hacer otro guiño al
destino el día que les presentó a Rafa en un programa de televisión.
El Parque de las
Avenidas
El Parque de las Avenidas, situado en uno de los márgenes de
la avenida de circunvalación M-30 de Madrid, fue desarrollado en los años
sesenta por una burguesía cada vez más pudiente y numerosa que dejaba lejos las
penurias de los duros tiempos de la posguerra y el aislamiento al que estuvo
sometido el país tras la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial. El Parque
fue parte del crecimiento de la zona norte del viejo Madrid, donde se iban
configurando nuevos barrios que con el paso del tiempo adquirieron una
personalidad propia. Este fue uno de ellos, situado muy cerca de la vieja plaza
de toros de Las Ventas e integrado en la denominación actual del castizo barrio
de La Guindalera. Allí, en el colegio Menesiano, regentado por sacerdotes,
estudiaba Francisco Javier de Molina Burgos, hijo de Fernando de Molina,
director administrativo de la empresa constructora Huarte, y Mercedes Burgos,
una actriz de teatro y de doblaje en radionovelas nacida en Argentina en el
seno de una gran familia de actores. La abuela y los bisabuelos maternos de
Javi tenían una compañía de teatro llamada Emilio Díaz en honor a su bisabuelo,
un malagueño ilustre que tiene incluso una calle con su nombre en la ciudad de
Málaga. La compañía giró muchos años por América hasta que regresó y se asentó
definitivamente en Madrid, donde nació Javi en pleno baby boom de los años
sesenta, concretamente el 16 de junio de 1964.
JAVI. Mi abuela
materna, Ana Díaz, viajó mucho por América con la compañía de teatro de mis
bisabuelos. Ella nació en un buque en mitad del océano en plena tormenta durante
uno de esos viajes. Se casó en Lima, la capital de Perú, y vivió en Argentina.
Mi madre nació en Rosario, aunque regresó a Madrid con la familia siendo muy
pequeña. Yo tenía familia allí que no había conocido jamás, por eso me hizo una
especial ilusión cuando triunfamos y fuimos a Perú.
Javi coincidió con David Summers Rodríguez en las aulas del
Menesiano. David era apenas unos meses mayor que él. Nació el 26 de febrero de
1964 en el castizo barrio madrileño de Chamberí. Era vecino del Parque y alumno
del colegio. Fundado por los Hermanos Menesianos el 15 de septiembre de 1941,
el centro se había trasladado a la avenida Brasilia desde el edificio más
pequeño que ocupaba en la zona de Cuatro Caminos. Era el 9 de octubre de 1964,
justo el año que ellos nacieron.
Ambos estaban juntos
desde el jardín de infancia, y con apenas diez años entablaron una amistad que
se fortalecería con el paso de los años. David es hijo de Consuelo Rodríguez y
del famoso dibujante, humorista y cineasta sevillano Manuel Summers, de
ascendencia anglosajona por parte de padre. Su bisabuelo, Francisco Summers,
hijo de ingleses, nació en Manila y vivió en las islas Filipinas cuando estaban
bajo soberanía española. Luchó en la guerra de Filipinas, y cuando España
perdió la colonia viajó hasta la península, donde echó raíces.